miércoles, 8 de junio de 2011

Metodología de la investigación

Para dar inicio a nuestro proyecto es necesario hacer referencia a los siguientes conceptos, de este modo, se podrá tener una idea clara, hacia donde dirigimos nuestro proceso E/A, teniendo como punto focal la educación y la tecnología.

Descripción de conceptos:

Paradigmas de investigación

Conjunto de creencias y actitudes, como una cierta forma de percibir la realidad de una comunidad científica, que implica específicamente supuestos ontológicos, fundamentos epistemológicos, posición axiológica y un enfoque metodológico determinado. Kuhn (1978).
Es necesario que todo investigador analice los diferentes paradigmas, para poder saber cuál va a aplicar para su investigación. Se recomienda el estudio de los pardigmas: Positivista, interpretativo, crítico y constructivista.

Enfoques de investigación:

Es una manera particular de ver un punto de vista específico, desde el cual se posicionan los investigadores para abordar o construir determinadas problemáticas, y que se enmarca dentro del campo creado por un paradigma.
Los enfoques pueden conformar campos específicos, dentro de la concepción más general dada por un paradigma, de la problemática de que se trate. Dobles Yzaguirre, María Cecilia y otros (2001).

Se recomienda que todo investigador analice los diferentes enfoques, para determinar cuál es el más adecuado para su investigación. Es necesario estudiar los enfoques: cuantitativo (positivismo), cualitativo (Constructivismo, mixto o integral.

Referencias Bibliográficas:
Dobles Yzaguirre, Cecilia y otros (2001). Investigación en educción. Procesos, investigaciones, construcciones. UNED de Costa Rica.
Hernández, R. y otros (2010). Metodología de la Investigación. México: Mc Graw Hill, quinta edición.


Una vez estudiados estos conceptos, podemos iniciar nuestro proceso de investigación.

En este espacio publicaremos las estrategias pedagógicas y tecnológicas que se desarrollarán en el proceso de nuestro proyecto:“Implementación de estrategias didácticas y tecnológicas para el proceso de E/A de la Metodología de la Investigación y el diseño”.

Solicitamos sugerencias y comentarios, para enriquecer nuestro proyecto.

domingo, 6 de marzo de 2011

RETOS Y METAS

EVALUACION CENTRADA EN EL PROCESO


Obstáculos en mi práctica. RETOS Y METAS.


Al estudiar el material asignado para esta reflexión, puedo hacer un análisis de cómo es mi práctica, identificar obstáculos y plantearme retos y metas para mejorar la misma. Llama mucho mi atención en la lectura “Evaluación de los aprendizajes siguiente: Actualmente en la evaluación se ha de dar un paso más. La evaluación no puede ser un tema periférico como le llama Litwin (1998), sino que ha de ser una parte del contenido curricular de aprendizaje. Es necesario, que el alumno aprenda a evaluar desde una perspectiva objetiva y válida, es preciso que conozca técnicas que puedan ser transferidas o adaptadas en distintas situaciones de aprendizaje directo o indirecto, es necesario que las aprenda incluso a través de su propia vivencia y a través de ello sea consecuente en su aprendizaje”. Se evidencia en este artículo la necesidad de que los alumnos aprendan a evaluar.

Cuando analizo mi práctica, veo que debo reforzar esa parte. Representa para mí un reto, tratar de que mis estudiantes puedan saber las técnicas de cómo transferir o adaptar lo que aprenden a distintas situaciones en su diario vivir. Con esto logramos formar estudiantes competentes, que podrán insertarse en sus disciplinas profesionales con efectividad.

Considero que como apuntan las autoras: “Evaluar no es demostrar sino perfeccionar y reflexionar”. De aquí que la evaluación debe ser continua, sobre todo los procesos que se desarrollan en el aula, se conviertan en una actividad reflexiva donde el estudiante tome conciencia de sí mismo y de hacia dónde quiere o debe llegar.

Entre los obstáculos que debo enfrentar, para adoptar un modelo centrado en el proceso puedo hacer referencia a: Se debe invertir mayor cantidad de tiempo, no necesariamente remunerado. Por otro lado, la Universidad tiene normas con relación a la evaluación y a veces con estos nuevos modelos, no podemos adaptarnos a las mismas. Y para mí más importante los estudiantes, que en cierta medida se sienten más cómodos con los modelos tradicionales.

Mis metas

· Perfeccionar y profundizar sobre cómo aplicar el recurso Portafolios, pues después de la lectura siento que es una herramienta muy útil para mis asignaturas, ya que promueve la reflexión.

· Mejorar la evaluación por competencias conjunto de conocimientos, habilidades, valores,... que deben desarrollar nuestros estudiantes en su proceso E-A.

· Aplicar estrategias de Autoevaluación.

· Reconocer valores en todo el proceso E-A. Logros obtenidos, motivación, Fortalecer debilidades.

· Reorientar y mejorar el proceso E-A.

· Porque se requiere que sean capaces de dirigir con responsabilidad sus procesos de aprendizaje.

domingo, 27 de febrero de 2011

CAMBIOS MODELO EVALUACION DISEÑO II

Análisis de mi práctica docente en la asignatura ARQ-112-T Diseño II. Propuesta del modelo de evaluación que estoy adoptando, para lograr un aprendizaje significativo en mis estudiantes.

Mis expectativas en la asignatura ARQ-112-T Diseño II para arquitectura, que imparto actualmente, quisiera lograr despertar en mis estudiantes, pasión por la carrera, que aprendan a vibrar ante grandes obras arquitectónicas, motivarlos a leer, que sientan necesidad de conocer nuevas culturas. Me gustaría que sientan que cada uno es importante para mí, que son personas diferentes con potencialidades, ayudarles a descubrir y desarrollar las mismas. Me gustaría que se apasionen con la necesidad de ampliar sus horizontes de convertirse en personas cultas, para brillar en sus profesiones. Y concientizarles de la importancia de trabajar en equipo para enriquecerse con los aportes de los demás.

Mi objetivo general en esta materia es: “Diseñar espacios arquitectónicos que respondan a las necesidades humanas, a través de estrategias que sensibilicen a los estudiantes, el gusto por la exploración cultural y la construcción del conocimiento en comunidades de aprendizaje”.

De aquí que haya una estructuración de mis Objetivos específicos del dominio cognoscitivo y ahora son los siguientes:
1. Identificar el conocimiento del espacio arquitectónico con relación a un contexto.
2. Identificar los elementos compositivos del espacio como respuesta a las necesidades humanas.
3. Comparar los diferentes tipos de espacios que dan respuesta a las necesidades humanas.
4. Identificar el manejo del programa de necesidades dentro del proceso de diseño.
5. Organizar las actividades que se realizan en los espacios. Estructurar el orden de las actividades en los espacios.

De igual forma introduje los Objetivos específicos del dominio afectivo que no están contemplados en el programa que nos entrega el departamento, y que trabajé para aplicarlos en la materia:
1. Darse cuenta de que la cultura forma un papel muy importante en nuestra profesión.
2. Desarrollar sensibilidad ante las manifestaciones arquitectónicas precedentes.
3. Disfrutar al responder con propuestas presentadas en conjunto con otros compañeros.
4. Interesarse en ayudar a sus compañeros menos capacitados.
5. Formarse un juicio claro sobre la necesidad de crecer culturalmente.
6. Adoptar un plan de leer o mantenerse informado, a través del medio de su preferencia para ampliar sus horizontes.

Según las lecturas asignadas, debo evaluar todos los factores que intervienen en el proceso de aprendizaje de mis estudiantes, como son el programa, a los estudiantes, a mi práctica docente, la organización de mis clases, la forma en que funciona el aula, el departamento de arquitectura y la institución Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Para poder lograr todo esto, debo realizar cambios en mi modelo de evaluación tradicional, por lo que en mi práctica docente estoy adoptando lo planteado en el documento de Lidia F. Ruíz y Lizabeth Pachano: la nueva visión y orientación del proceso de evaluación, formador y transformador, que me sirve de apoyo al igual que a mis estudiantes en búsqueda de un aprendizaje significativo. Me refiero a la implementación del modelo teórico de evaluación constructivista, orientado al desarrollo de competencias en los estudiantes, que les permita la reflexión y autocrítica y así formarse para que puedan participar activamente en los procesos de transformación social.

Ahora mi proceso de evaluación intenta responder a este modelo. Con esto entiendo que formo personas críticas de sus propias producciones, así como de las de sus compañeros, contribuyendo al trabajo colaborativo que realizarán en sus prácticas profesionales, para beneficio personal y de la sociedad en que se desarrollen. Personas comprometidas con su medio.

En la lectura también se hace referencia a que lo importante ahora es centrar la atención en una acción educativa relacionada, con aprendizajes que tengan sentido en los estudiantes y pertinencia con el contexto, para lograr una mejor adaptación a los cambios y una mejor posibilidad de interacción. Evaluar es un proceso de discusión y de reflexión en el que el cambio y la transformación del sujeto, que se está preparando sean efectivos, para lograr a través de competencias conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, el desarrollo del potencial creativo y de la personalidad del individuo.

Entre las actividades que he iniciado están las prácticas de taller individuales y grupales, en las cuales los estudiantes aprenden los conceptos requeridos en el programa, comparten sus conocimientos y valoran para qué les sirven los mismos. En las asignaciones grupales cada individuo hace aportes, según sus destrezas, y luego los resultados se comparten y discuten entre ellos.

A la luz de las lecturas mis objetivos de evaluación también se comienzan a reestructurar, atendiendo a qué evaluar? Para qué evaluar? Por qué evaluar? Cuándo evaluar? Entre otras. De aquí que me propongo a lo largo de todo el proceso del curso, de forma continua sobre cada asignación lo siguiente:
• Reflexionar sobre la asignación y discutir con los estudiantes sobre los objetivos de la misma, metas, finalidad… así como también los objetivos de evaluar la misma. Hacerlos partícipes de este proceso.
• Planificar qué, cómo, cuándo, para qué… del proceso.
• Desarrollar la asignación.
• Evaluar la misma. (profesor, compañeros y autoevaluación).

Combinar el proceso didáctico con el proceso de evaluación:
Planificar---Actuación didáctica---Evaluar---(Planificar, observar, reflexionar, intervenir)---Reflexionar… Y así sucesivamente con cada asignación.

Al hacer esto en cada asignación los estudiantes, forman parte de su propia formación en el proceso de enseñanza aprendizaje.


En el cuadro que nos presentaron (ver ppt. de clases) se aprecia el proceso que se debe seguir, a mi entender una guía para realizar nuestros objetivos de evaluación según nuestras necesidades.

Mi modelo de evaluación en Diseño II, hoy se centra en el proceso más que en el resultado, y para lograrlo debo implementar mi planificación, de manera que a lo largo de todo el semestre, los procesos didácticos y evaluativos se complementen de forma permanente.

Esta modificación implica cambios y retos, pues la planificación del proceso didáctico y evaluativo conlleva más tiempo de parte del docente y también del estudiante, por lo que para su implementación se deben crear estrategias atractivas, para nuestros estudiantes, que a menudo se resisten a nuestras nuevas prácticas, por la comodidad que ofrece el sistema tradicional a que acostumbran. Entiendo que como maestra, sólo con un gran espíritu de vocación docente puedo lograrlo, porque el incremento de tiempo y paciencia, para que los estudiantes entiendan las ventajas del modelo en su formación, no siempre será remunerada.

Obstáculos a superar en una evaluación centrada en el proceso. Reflexiones.

Nadie duda de que la evaluación docente ha pasado de ser un mecanismo de control a una herramienta fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje tanto para el docente como para el alumno. Sin embargo, este proceso ha avanzado tanto en su concepción pedagógica que a muchos docentes se les ha hecho muy difícil conseguir que la evaluación vaya aparejada a este desarrollo; se evalúa a veces de una manera muy tradicional aplicando estrategias de aprendizajes muy innovadoras. Esa contradicción, en unos real y en otros aparente, constituye un nudo que a veces es difícil de desatar, aun cuando estemos conscientes de que el mismo existe.

La utilización de herramientas y técnicas de evaluación para mejorar el aprendizaje o para aprender a aprender son recursos que muchas veces no son utilizados por los docentes, los cuales todavía muchos de ellos acuden a procedimientos memorísticos incluso en situaciones donde este tipo de evaluación no es aplicable.

Soy de los que ha hecho uso de una evaluación formativa y sé que hay procedimientos superiores de evaluación que van hacia la evaluación formadora, la cual sería más consecuente y objetiva cuando se aplica un modelo pedagógico social cognitivo como el que trato de usar con mis alumnos. Pero la aplicación de la autoevaluación, la comprensión que el proceso evaluativo comienza con el propio alumno e incluso parte de él, se me ha hecho un tanto difícil de aplicar, no ya de dominar. Sin embargo, entiendo claramente que aprender de los errores es un mecanismo formador excelente y esto es parte de una herramienta de evaluación formadora.

También debo intentar superar la evaluación multiforme o multicultural. La proposición de alternativas de evaluación a los alumnos de manera que sean ellos mismos las que las apliquen y que por medio de ellas adquieran no solo conocimientos, sino habilidades y destrezas es otro aspecto a superar en mi objetivo de evaluación. En fin, el alumno debe aprender a conocer y dirigir su proceso de aprendizaje y el docente debe aprender también a manejar estas herramientas para un mejor desarrollo de sus propias técnicas.

Reflexión 4 ¿Que función tiene la planificación de la enseñaza y de la evaluación del aprendizaje para que esta ultima cumpla con su función pedagógic

Ante esta interrogante seria prudente plantearnos otra. ¿Cuál es, a nuestro entender, la función pedagógica de la evaluación?
Para responder esta nueva interrogante existen disímiles respuestas; tantas como modelos educativos y profesores existan. Sin embargo las nuevas tendencias apuntan a una evaluación formativa, más que a una evaluación sumativa tradicional.
Esta comprobado que si estamos realmente interesados en elevar los estándares de nuestros estudiantes y que estos realmente obtengan conocimientos significativos y constructivistas de las materias que impartimos, entonces tendremos que abogar por una evaluación formativa. Por tanto, si abogamos por este tipo de evaluación tendremos, también, que aprender a ver esta como evaluación para el aprendizaje, y no como evaluación del aprendizaje como comúnmente lo hacemos.
Resulta interesante que en ocasiones muchos de los estudiantes reprobados en un examen al dárseles una segunda oportunidad pasan este sin mayores problemas; pues justo en el examen o al salir de este, toman conciencia de los contenidos y objetivos realmente importantes de la materia y sus posibles aplicaciones, por citar tan solo un ejemplo. En ese momento justo es que se realiza el acto de aprendizaje, pues es algo natural aprender de nuestros propios errores. Entonces no seria mucho más saludable y didáctico utilizar la evaluación y la retroalimentación de la misma como un método de trasmisión del conocimiento. Si este es el caso, entonces la planificación, tanto de la evaluación como de la enseñaza es sumamente importante, pues no podría existir la una sin la otra. De esta forma la evaluación dejaría de ser un acto aislado para convertirse en un hecho cotidiano imbricado en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Reflexión 3

Luego de leer los textos y para total sorpresa mía, pues esto no fue un acto conciente, me di cuenta que desde hace algunos años deseche la “evaluación del aprendizaje” y adopte la “evaluación para el aprendizaje”.
Como plantee en el primer mapa conceptual, en la pregunta ¿para que evalúo? En los inicios de mi labor como docente, evaluaba para asignarle una nota al estudiante. Esta, era el premio o el castigo por la labor desarrollada por ellos y siempre se situaba al finalizar cada periodo de clases o unidad de conocimiento. En aquellos años mi postura ante el acto evaluativo y pedagógico, en general, era totalmente tradicional, quizás estaba repitiendo el modelo que durante años adoptaron con migo.
Luego de pasar un primer diplomado en Pedagogía de la Educación Superior (año 2002) comencé a evaluar como proceso de control de los objetivos y de forma sistemática. Había evolucionado de una evaluación “como acto final a una evaluación paralela”. Ahora me llama la atención que la profesora, la Dra. Silvia Sao, a pesar de inculcar una visión conductista de la pedagogía, desarrollaba una práctica mas enfocada en los paradigmas constructivistas. Aunque aprendí mucho, tengo que reconocer que, al terminar el diplomado quedaron ciertas inquietudes. Habían algunas cosas que no quedaron del todo en su sitio; quizás por esa ambigüedad, quiero pensar que conciente, del hacer y del serpor parte de la profesra. ¿como se enseña una perspectiva conductista siguiendo un modelo constructivista? Quizás la institución exigía un paradigma y ella tenía otro. Dejando de lado las especulaciones; la cuestión fue que la profesora junto con todas sus enseñazas dejo sembrada una semilla de duda e inconformidad; y aunque sentía que mi practica docente había mejorado aun distaba mucho de poder estar conforme con su enfoque.
Años después, gracias al Diplomado en Pedagogía cursado con la Madre Oliva en la PUCMM y los primeros créditos de la Maestría en Tecnología Educativa de la misma universidad mi práctica docente se modifico considerablemente. Paradójicamente en ninguno de los dos cursos se toco directamente la evaluación; estos se centraron más en la planificación del proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo era imposible cambiar el enfoque de mi práctica docente sin cambiar la forma de evaluar, pues es más que conocido que dependiendo de cómo usted evalúa es que el estudiante aprende.
En la actualidad mi evaluación no es “ni un acto final ni un proceso paralelo, si no algo imbricado en el mismo proceso de aprendizaje”. (Inmaculada Bordas 2001)
Las lecturas de estos textos me han servido para conocer las teorías que yo empleaba de forma intuitiva, quizás tratando de reproducir lo que la Madre Oliva y la lic. Marta hacían conmigo. Si bien es cierto que mi acto evaluativo es para el aprendizaje y empleo algunas de las técnicas descritas en los folletos, tengo que reconocer que hay otras técnicas que aunque las conocía no las empleaba. La lectura y la reflexión, sin embargo me han dado muchas ideas que no dudare en implementar.

Reflexión 2. Mirarse por dentro.

Leer los textos dejados por la profesora, construir los mapas conceptúales y reflexionar sobre todo esto, es como mirarse por dentro. Es descubrir que nuestra practica docente, aunque de forma empírica responde a modelos pedagógicos ya establecidos.

Yo y los románticos:
Nunca me he considerado una persona romántica. Quizás peque por confundir esta con la cursilería; la que definitivamente detesto. Pero para mi sorpresa comparto algunos puntos de vistas de los pedagogos románticos.
Definitivamente defiendo la flexibilidad del ambiente pedagógico. En ambientes muy controlados y planificados los estudiantes se cohíben y frenan su espontaneidad y autoexpresión.
También comparto la idea de que los estudiantes son el centro de todo el proceso y que el profesor es solo un auxiliar (un amigo) con el cual compartir experiencias enriquecedoras de forma libre y espontánea.
Sin embargo tengo que reconocer que nuestros estudiantes y nuestras instituciones no están preparados para este modelo, por tato al aplicar estas creencias se corre el riesgo de ser incomprendido y lo que es peor, trastocar todo y no llegar a ningún lado.
Yo y el conductismo.
De los conductistas me gusta su organización. Aunque esta entra en total contradicción con los románticos; de los cuales me declaro partidario, hay que reconocer que en ambientes educativos como el nuestro la objetividad de los conductistas es más eficiente y valorada. De ellos considero muy útil el hecho de plantear claramente los objetivos; “cuentas claras mantienen amistades”, reza un viejo proverbio y ciertamente en enseñanzas planificadas, aunque sea de forma “aproximada y probable”, es mas eficiente el proceso.
Quizás la cuestión este en planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje dejando cierto margen de flexibilidad para que el estudiante, aunque con medida, pueda sentirse libre.
Yo y los constructivistas.
Con ellos me identifico plenamente en la creencia de que no solo importa lo que se aprende, sino también los mecanismos que se usan para aprender. Siempre busco que mis estudiantes aprendan a pensar y a aprender, pues el conocimiento es infinito y esos mecanismos que desarrollen para obtener y cuestionar el conocimiento les serán más útiles que el conocimiento en si.
También comparto con los constructivistas la idea de la evaluación constante y la retroalimentación de ella.
Yo y los socio-cognitivos.
Del modelo social valoro mucho el trabajo en grupo y la colaboración, así como el hecho de tomar los ejemplos de la realidad y analizarlos integralmente. Considero que los debates abiertos y reflexivos son una fuente inagotable de conocimientos.

A modo de conclusión puedo plantear que mi práctica docente es ecléctica. Si se analiza según los criterios de Rafael Flores Ochoa predominan los criterios cognitivos, aunque comparto algunos criterios con los románticos y los sociales y en menor medida con los conductistas. En cuanto a la evaluación y siguiendo con los planteamientos del profesor Pedro Alejandro Suárez Ruiz, mis criterios de evaluación son netamente prácticos, aunque en algunas ocasiones comparto criterios con los críticos.