domingo, 27 de febrero de 2011

CAMBIOS MODELO EVALUACION DISEÑO II

Análisis de mi práctica docente en la asignatura ARQ-112-T Diseño II. Propuesta del modelo de evaluación que estoy adoptando, para lograr un aprendizaje significativo en mis estudiantes.

Mis expectativas en la asignatura ARQ-112-T Diseño II para arquitectura, que imparto actualmente, quisiera lograr despertar en mis estudiantes, pasión por la carrera, que aprendan a vibrar ante grandes obras arquitectónicas, motivarlos a leer, que sientan necesidad de conocer nuevas culturas. Me gustaría que sientan que cada uno es importante para mí, que son personas diferentes con potencialidades, ayudarles a descubrir y desarrollar las mismas. Me gustaría que se apasionen con la necesidad de ampliar sus horizontes de convertirse en personas cultas, para brillar en sus profesiones. Y concientizarles de la importancia de trabajar en equipo para enriquecerse con los aportes de los demás.

Mi objetivo general en esta materia es: “Diseñar espacios arquitectónicos que respondan a las necesidades humanas, a través de estrategias que sensibilicen a los estudiantes, el gusto por la exploración cultural y la construcción del conocimiento en comunidades de aprendizaje”.

De aquí que haya una estructuración de mis Objetivos específicos del dominio cognoscitivo y ahora son los siguientes:
1. Identificar el conocimiento del espacio arquitectónico con relación a un contexto.
2. Identificar los elementos compositivos del espacio como respuesta a las necesidades humanas.
3. Comparar los diferentes tipos de espacios que dan respuesta a las necesidades humanas.
4. Identificar el manejo del programa de necesidades dentro del proceso de diseño.
5. Organizar las actividades que se realizan en los espacios. Estructurar el orden de las actividades en los espacios.

De igual forma introduje los Objetivos específicos del dominio afectivo que no están contemplados en el programa que nos entrega el departamento, y que trabajé para aplicarlos en la materia:
1. Darse cuenta de que la cultura forma un papel muy importante en nuestra profesión.
2. Desarrollar sensibilidad ante las manifestaciones arquitectónicas precedentes.
3. Disfrutar al responder con propuestas presentadas en conjunto con otros compañeros.
4. Interesarse en ayudar a sus compañeros menos capacitados.
5. Formarse un juicio claro sobre la necesidad de crecer culturalmente.
6. Adoptar un plan de leer o mantenerse informado, a través del medio de su preferencia para ampliar sus horizontes.

Según las lecturas asignadas, debo evaluar todos los factores que intervienen en el proceso de aprendizaje de mis estudiantes, como son el programa, a los estudiantes, a mi práctica docente, la organización de mis clases, la forma en que funciona el aula, el departamento de arquitectura y la institución Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Para poder lograr todo esto, debo realizar cambios en mi modelo de evaluación tradicional, por lo que en mi práctica docente estoy adoptando lo planteado en el documento de Lidia F. Ruíz y Lizabeth Pachano: la nueva visión y orientación del proceso de evaluación, formador y transformador, que me sirve de apoyo al igual que a mis estudiantes en búsqueda de un aprendizaje significativo. Me refiero a la implementación del modelo teórico de evaluación constructivista, orientado al desarrollo de competencias en los estudiantes, que les permita la reflexión y autocrítica y así formarse para que puedan participar activamente en los procesos de transformación social.

Ahora mi proceso de evaluación intenta responder a este modelo. Con esto entiendo que formo personas críticas de sus propias producciones, así como de las de sus compañeros, contribuyendo al trabajo colaborativo que realizarán en sus prácticas profesionales, para beneficio personal y de la sociedad en que se desarrollen. Personas comprometidas con su medio.

En la lectura también se hace referencia a que lo importante ahora es centrar la atención en una acción educativa relacionada, con aprendizajes que tengan sentido en los estudiantes y pertinencia con el contexto, para lograr una mejor adaptación a los cambios y una mejor posibilidad de interacción. Evaluar es un proceso de discusión y de reflexión en el que el cambio y la transformación del sujeto, que se está preparando sean efectivos, para lograr a través de competencias conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, el desarrollo del potencial creativo y de la personalidad del individuo.

Entre las actividades que he iniciado están las prácticas de taller individuales y grupales, en las cuales los estudiantes aprenden los conceptos requeridos en el programa, comparten sus conocimientos y valoran para qué les sirven los mismos. En las asignaciones grupales cada individuo hace aportes, según sus destrezas, y luego los resultados se comparten y discuten entre ellos.

A la luz de las lecturas mis objetivos de evaluación también se comienzan a reestructurar, atendiendo a qué evaluar? Para qué evaluar? Por qué evaluar? Cuándo evaluar? Entre otras. De aquí que me propongo a lo largo de todo el proceso del curso, de forma continua sobre cada asignación lo siguiente:
• Reflexionar sobre la asignación y discutir con los estudiantes sobre los objetivos de la misma, metas, finalidad… así como también los objetivos de evaluar la misma. Hacerlos partícipes de este proceso.
• Planificar qué, cómo, cuándo, para qué… del proceso.
• Desarrollar la asignación.
• Evaluar la misma. (profesor, compañeros y autoevaluación).

Combinar el proceso didáctico con el proceso de evaluación:
Planificar---Actuación didáctica---Evaluar---(Planificar, observar, reflexionar, intervenir)---Reflexionar… Y así sucesivamente con cada asignación.

Al hacer esto en cada asignación los estudiantes, forman parte de su propia formación en el proceso de enseñanza aprendizaje.


En el cuadro que nos presentaron (ver ppt. de clases) se aprecia el proceso que se debe seguir, a mi entender una guía para realizar nuestros objetivos de evaluación según nuestras necesidades.

Mi modelo de evaluación en Diseño II, hoy se centra en el proceso más que en el resultado, y para lograrlo debo implementar mi planificación, de manera que a lo largo de todo el semestre, los procesos didácticos y evaluativos se complementen de forma permanente.

Esta modificación implica cambios y retos, pues la planificación del proceso didáctico y evaluativo conlleva más tiempo de parte del docente y también del estudiante, por lo que para su implementación se deben crear estrategias atractivas, para nuestros estudiantes, que a menudo se resisten a nuestras nuevas prácticas, por la comodidad que ofrece el sistema tradicional a que acostumbran. Entiendo que como maestra, sólo con un gran espíritu de vocación docente puedo lograrlo, porque el incremento de tiempo y paciencia, para que los estudiantes entiendan las ventajas del modelo en su formación, no siempre será remunerada.

Obstáculos a superar en una evaluación centrada en el proceso. Reflexiones.

Nadie duda de que la evaluación docente ha pasado de ser un mecanismo de control a una herramienta fundamental del proceso de enseñanza-aprendizaje tanto para el docente como para el alumno. Sin embargo, este proceso ha avanzado tanto en su concepción pedagógica que a muchos docentes se les ha hecho muy difícil conseguir que la evaluación vaya aparejada a este desarrollo; se evalúa a veces de una manera muy tradicional aplicando estrategias de aprendizajes muy innovadoras. Esa contradicción, en unos real y en otros aparente, constituye un nudo que a veces es difícil de desatar, aun cuando estemos conscientes de que el mismo existe.

La utilización de herramientas y técnicas de evaluación para mejorar el aprendizaje o para aprender a aprender son recursos que muchas veces no son utilizados por los docentes, los cuales todavía muchos de ellos acuden a procedimientos memorísticos incluso en situaciones donde este tipo de evaluación no es aplicable.

Soy de los que ha hecho uso de una evaluación formativa y sé que hay procedimientos superiores de evaluación que van hacia la evaluación formadora, la cual sería más consecuente y objetiva cuando se aplica un modelo pedagógico social cognitivo como el que trato de usar con mis alumnos. Pero la aplicación de la autoevaluación, la comprensión que el proceso evaluativo comienza con el propio alumno e incluso parte de él, se me ha hecho un tanto difícil de aplicar, no ya de dominar. Sin embargo, entiendo claramente que aprender de los errores es un mecanismo formador excelente y esto es parte de una herramienta de evaluación formadora.

También debo intentar superar la evaluación multiforme o multicultural. La proposición de alternativas de evaluación a los alumnos de manera que sean ellos mismos las que las apliquen y que por medio de ellas adquieran no solo conocimientos, sino habilidades y destrezas es otro aspecto a superar en mi objetivo de evaluación. En fin, el alumno debe aprender a conocer y dirigir su proceso de aprendizaje y el docente debe aprender también a manejar estas herramientas para un mejor desarrollo de sus propias técnicas.

Reflexión 4 ¿Que función tiene la planificación de la enseñaza y de la evaluación del aprendizaje para que esta ultima cumpla con su función pedagógic

Ante esta interrogante seria prudente plantearnos otra. ¿Cuál es, a nuestro entender, la función pedagógica de la evaluación?
Para responder esta nueva interrogante existen disímiles respuestas; tantas como modelos educativos y profesores existan. Sin embargo las nuevas tendencias apuntan a una evaluación formativa, más que a una evaluación sumativa tradicional.
Esta comprobado que si estamos realmente interesados en elevar los estándares de nuestros estudiantes y que estos realmente obtengan conocimientos significativos y constructivistas de las materias que impartimos, entonces tendremos que abogar por una evaluación formativa. Por tanto, si abogamos por este tipo de evaluación tendremos, también, que aprender a ver esta como evaluación para el aprendizaje, y no como evaluación del aprendizaje como comúnmente lo hacemos.
Resulta interesante que en ocasiones muchos de los estudiantes reprobados en un examen al dárseles una segunda oportunidad pasan este sin mayores problemas; pues justo en el examen o al salir de este, toman conciencia de los contenidos y objetivos realmente importantes de la materia y sus posibles aplicaciones, por citar tan solo un ejemplo. En ese momento justo es que se realiza el acto de aprendizaje, pues es algo natural aprender de nuestros propios errores. Entonces no seria mucho más saludable y didáctico utilizar la evaluación y la retroalimentación de la misma como un método de trasmisión del conocimiento. Si este es el caso, entonces la planificación, tanto de la evaluación como de la enseñaza es sumamente importante, pues no podría existir la una sin la otra. De esta forma la evaluación dejaría de ser un acto aislado para convertirse en un hecho cotidiano imbricado en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Reflexión 3

Luego de leer los textos y para total sorpresa mía, pues esto no fue un acto conciente, me di cuenta que desde hace algunos años deseche la “evaluación del aprendizaje” y adopte la “evaluación para el aprendizaje”.
Como plantee en el primer mapa conceptual, en la pregunta ¿para que evalúo? En los inicios de mi labor como docente, evaluaba para asignarle una nota al estudiante. Esta, era el premio o el castigo por la labor desarrollada por ellos y siempre se situaba al finalizar cada periodo de clases o unidad de conocimiento. En aquellos años mi postura ante el acto evaluativo y pedagógico, en general, era totalmente tradicional, quizás estaba repitiendo el modelo que durante años adoptaron con migo.
Luego de pasar un primer diplomado en Pedagogía de la Educación Superior (año 2002) comencé a evaluar como proceso de control de los objetivos y de forma sistemática. Había evolucionado de una evaluación “como acto final a una evaluación paralela”. Ahora me llama la atención que la profesora, la Dra. Silvia Sao, a pesar de inculcar una visión conductista de la pedagogía, desarrollaba una práctica mas enfocada en los paradigmas constructivistas. Aunque aprendí mucho, tengo que reconocer que, al terminar el diplomado quedaron ciertas inquietudes. Habían algunas cosas que no quedaron del todo en su sitio; quizás por esa ambigüedad, quiero pensar que conciente, del hacer y del serpor parte de la profesra. ¿como se enseña una perspectiva conductista siguiendo un modelo constructivista? Quizás la institución exigía un paradigma y ella tenía otro. Dejando de lado las especulaciones; la cuestión fue que la profesora junto con todas sus enseñazas dejo sembrada una semilla de duda e inconformidad; y aunque sentía que mi practica docente había mejorado aun distaba mucho de poder estar conforme con su enfoque.
Años después, gracias al Diplomado en Pedagogía cursado con la Madre Oliva en la PUCMM y los primeros créditos de la Maestría en Tecnología Educativa de la misma universidad mi práctica docente se modifico considerablemente. Paradójicamente en ninguno de los dos cursos se toco directamente la evaluación; estos se centraron más en la planificación del proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo era imposible cambiar el enfoque de mi práctica docente sin cambiar la forma de evaluar, pues es más que conocido que dependiendo de cómo usted evalúa es que el estudiante aprende.
En la actualidad mi evaluación no es “ni un acto final ni un proceso paralelo, si no algo imbricado en el mismo proceso de aprendizaje”. (Inmaculada Bordas 2001)
Las lecturas de estos textos me han servido para conocer las teorías que yo empleaba de forma intuitiva, quizás tratando de reproducir lo que la Madre Oliva y la lic. Marta hacían conmigo. Si bien es cierto que mi acto evaluativo es para el aprendizaje y empleo algunas de las técnicas descritas en los folletos, tengo que reconocer que hay otras técnicas que aunque las conocía no las empleaba. La lectura y la reflexión, sin embargo me han dado muchas ideas que no dudare en implementar.

Reflexión 2. Mirarse por dentro.

Leer los textos dejados por la profesora, construir los mapas conceptúales y reflexionar sobre todo esto, es como mirarse por dentro. Es descubrir que nuestra practica docente, aunque de forma empírica responde a modelos pedagógicos ya establecidos.

Yo y los románticos:
Nunca me he considerado una persona romántica. Quizás peque por confundir esta con la cursilería; la que definitivamente detesto. Pero para mi sorpresa comparto algunos puntos de vistas de los pedagogos románticos.
Definitivamente defiendo la flexibilidad del ambiente pedagógico. En ambientes muy controlados y planificados los estudiantes se cohíben y frenan su espontaneidad y autoexpresión.
También comparto la idea de que los estudiantes son el centro de todo el proceso y que el profesor es solo un auxiliar (un amigo) con el cual compartir experiencias enriquecedoras de forma libre y espontánea.
Sin embargo tengo que reconocer que nuestros estudiantes y nuestras instituciones no están preparados para este modelo, por tato al aplicar estas creencias se corre el riesgo de ser incomprendido y lo que es peor, trastocar todo y no llegar a ningún lado.
Yo y el conductismo.
De los conductistas me gusta su organización. Aunque esta entra en total contradicción con los románticos; de los cuales me declaro partidario, hay que reconocer que en ambientes educativos como el nuestro la objetividad de los conductistas es más eficiente y valorada. De ellos considero muy útil el hecho de plantear claramente los objetivos; “cuentas claras mantienen amistades”, reza un viejo proverbio y ciertamente en enseñanzas planificadas, aunque sea de forma “aproximada y probable”, es mas eficiente el proceso.
Quizás la cuestión este en planificar el proceso de enseñanza-aprendizaje dejando cierto margen de flexibilidad para que el estudiante, aunque con medida, pueda sentirse libre.
Yo y los constructivistas.
Con ellos me identifico plenamente en la creencia de que no solo importa lo que se aprende, sino también los mecanismos que se usan para aprender. Siempre busco que mis estudiantes aprendan a pensar y a aprender, pues el conocimiento es infinito y esos mecanismos que desarrollen para obtener y cuestionar el conocimiento les serán más útiles que el conocimiento en si.
También comparto con los constructivistas la idea de la evaluación constante y la retroalimentación de ella.
Yo y los socio-cognitivos.
Del modelo social valoro mucho el trabajo en grupo y la colaboración, así como el hecho de tomar los ejemplos de la realidad y analizarlos integralmente. Considero que los debates abiertos y reflexivos son una fuente inagotable de conocimientos.

A modo de conclusión puedo plantear que mi práctica docente es ecléctica. Si se analiza según los criterios de Rafael Flores Ochoa predominan los criterios cognitivos, aunque comparto algunos criterios con los románticos y los sociales y en menor medida con los conductistas. En cuanto a la evaluación y siguiendo con los planteamientos del profesor Pedro Alejandro Suárez Ruiz, mis criterios de evaluación son netamente prácticos, aunque en algunas ocasiones comparto criterios con los críticos.

miércoles, 16 de febrero de 2011

EVALUACION CENTRADA EN EL PROCESO

EVALUACION CENTRADA EN EL PROCESO
Reflexión sobre cómo lograrla, cómo realizarla: Metas y retos

En la lectura del artículo de Francisco J. Córdoba “La evaluación de los estudiantes una discusión abierta” se hace referencia a lo siguiente: La evaluación es un indicador que nos permite verificar los avances, en el proceso E-A, y formación de nuestros estudiantes, a la vez el docente valora su labor y reflexiona sobre la misma, con el fin de corregirla y reorientarla, para contribuir con la mejora de los procesos y promover un mejor aprendizaje. A partir de este planteamiento aprecio, como los profesores que participamos en la Maestría de Tecnología Educativa, ponen en práctica, lo referente a la acción de corregir y reorientar sus métodos, e introducen en sus prácticas los diferentes modelos, que se nos presentan en clases, según el tipo de asignatura que imparten.

Entiendo que esta acción, de parte de los docentes, evidencia un compromiso e identificación con su labor, pues poner en práctica los nuevos modelos de evaluación implica una inversión mayor de tiempo y recursos, que no necesariamente es reconocido y mucho menos remunerado. Entiendo que el profesorado se mueve por la vocación y satisfacción de la realización de un trabajo eficiente y de calidad.

Este es uno de los principales obstáculos que los docentes enfrentan, para aplicar los nuevos modelos de evaluación, se requiere más tiempo, y no se recibe remuneración adicional. Entiendo que ese obstáculo no es significativo, al analizar los procesos visualizo que si se aplica con efectividad, una herramienta de evaluación, se puede lograr un óptimo resultado en cuanto al aprendizaje de los estudiantes y esa debe ser la compensación de un buen docente. Lo importante es evaluar el proceso desarrollado durante el semestre, que integre los conocimientos y valores de nuestros estudiantes, no centrarse en exámenes tradicionales con los cuales obtienes una calificación numeral o literal, sin garantía de un aprendizaje efectivo.

El contexto en que se labora puede representar otro obstáculo, pues existe una estructura institucional, que establece una serie de reglas, reportes de pruebas parciales y como requisito final una calificación acumulativa, esto puede entrar en contradicción con algunos de los modelos que se estudiaron en clases, sin embargo, entiendo que dentro de nuestras prácticas, podemos cumplir con los requerimientos sin necesidad de los tradicionales exámenes. Va a depender de la creatividad del profesor.

Nuestros estudiantes pueden representar otro obstáculo, pues en ocasiones se oponen a las asignaciones que les ponemos, porque están acostumbrados a las prácticas tradicionales, de aquí que debamos ser creativos y “negociar” con ellos, para que aprendan a valorar el modelo “diferente” de evaluación.

A partir de las lecturas y asignaciones de la materia he reflexionado y analizado mi forma de evaluar y he comenzado a implementar lo siguiente:
* Guía de aprendizaje.
* Presento los temas del programa con ayuda audiovisual.
* Participación de los estudiantes: aportes, consideraciones…
* Asignación de trabajos en grupos. Beneficios aportes colectivos.
* Evalúo lo que se produce en cada sesión de clases. Evalúo cada asignación en el taller. Esta evaluación es participativa, se evalúa el mismo estudiante y también los compañeros. Autoevaluación y co evaluación.
* Utilizo la recopilación de trabajos en carpetas. Evaluación tipo portafolio, pero con la diferencia de que ahora, estoy profundizando más en cómo realmente se debe usar este modelo de evaluación (criterios, objetivos, propósitos,…)
* Resumen o síntesis de las clases al final de la misma.

Como reto profundizaré en lo diferentes modelos aprendidos, que estén en consonancia con las asignaturas que deba impartir. El proceso de evaluación no es un proceso paralelo al proceso E-A, es parte del mismo. A partir de esta experiencia, mi evaluación se centra en competencias, entendiéndose con este concepto, como el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que debe desarrollar y cultivar un estudiante integral, en su proceso de aprendizaje.

lunes, 7 de febrero de 2011

EVALUACION DE LOS APRENDIZAJES Y DE LA ENSENANZA

La evaluación es una parte importante del proceso E-A, constituye un valioso instrumento para controlar el aprendizaje de nuestros estudiantes y ademas un medio de información sobre la manera que se desarrolla la actividad academica, para revisarla y sobre todo reorientarla, ya que , sirve de guia para la toma de decisiones.

Hay muchas razones por lo que no podemos llegar al proceso de evaluacion ideal, creo que la principal es el apego a nuestras creencias, vemos que no nos va tan mal y continuamos con la practica; tambien en mi caso que imparto asignaturas practicas, donde a veces el tiempo no permite la conclusion de las asignaciones en el aula.

En el caso de los estudiantes, no aprovechan este proceso como una oportunidad para su aprendizaje , porque perciben la evaluacion como una actividad que produce miedo, donde seran condenados o premiados.

Luego de reflexionar sobre nuestras creencias y acciones sobre el proceso de evaluación y relacionar nuestra práctica con los modelos pedagógicos y de evaluación, coloco mi practica en:

- Modelo conductista (acumulación y asociación de aprendizajes, evaluación segun criterio y sumativa), cognitivo( maestro como facilitador, creación de ambientes y experiencias de desarrollo) y social (desarrollo individual y colectivo)

- Enfoque evaluativo práctico (aprendizaje adquisición de estrategias de solucion de problemas practicos, docente como orientador, ) y critico (formación para la autonomia, evaluación continua).




domingo, 6 de febrero de 2011

EVALUACION DEL APRENDIZAJE. REFLEXIONES

El proceso de enseñanza aprendizaje no es un ente aislado, sin categorías conceptuales ni implicación formativa. Este debe estar enmarcado dentro de un modelo pedagógico que nos indique hacia dónde vamos en la consecución de nuestras decisiones formativas para con el estudiante y al mismo tiempo hacer el proceso de retroalimentación de nuestras estrategias.

Todo modelo pedagógico explica de qué forma van a ser trabajadas sus dimensiones contentivas: contenidos, procesamiento pedagógico, rol del profesor, recursos técnicos, metas, desarrollo del estudiante, entre otras. La aplicación de un determinado modelo puede ocurrir, a mi criterio, tanto para una institución como para una asignatura en específico, toda vez que para ambas categorías las dimensiones a trabajar pueden ser las mismas.

Es por eso que podemos encontrar en nuestro Departamento diferentes aplicaciones del proceso de enseñanza aprendizaje por parte de los docentes: algunos utilizan claramente el modelo pedagógico tradicional, mientras que otros hacen uso de un modelo romántico y otros implementan modelos cognitivos o conductistas y también existen aquellos que utilizan uno y otro de manera ecléctica, dentro de los cuales me puedo encontrar.

Reconozco que tengo aspiraciones de profundizar en el modelo pedagógico social cognitivo, el cual utilizo principalmente. Las ideas de Makarenko y Vigotsky fueron muy seguidas en el sistema educativo básico y medio cubanos desde los años 60’s en adelante y reconozco la validez de sus principios y la manera en que los estudiantes son formados. La principal experiencia la he podido comprobar con mis propios hijos. Pero no siempre me ha sido posible utilizar este modelo, tanto por inexperiencia de mi parte como por los estudiantes que recibo con una formación pedagógica principalmente tradicional.

Pero es en el acto evaluativo donde recaen las mayores expectativas de los estudiantes y se comprueban las competencias y la eficiencia del profesor. Este acto evaluativo, según el Prof. Pedro Alejandro Suarez Ruiz en su publicación: “La evaluación escolar como mediación. Enfoque socio-critico” puede tener varios enfoques que nos pueden ayudar a hacer de la evaluación un medio que nos conduzca a los objetivos que nos proponemos en el modelo pedagógico implementado.

Si bien un enfoque puramente técnico de la evaluación nos puede conducir a obtener éxito en nuestra gestión como docentes no representa lo mismo para el estudiante. Un enfoque de tipo crítico desarrolla a los estudiantes para su inserción en la vida cotidiana, armados de un capital intelectual que los coloca como conocedores de una realidad que no les será nueva en su vida cotidiana laboral.

El acto evaluativo con un enfoque crítico tiene una finalidad superior pues tiene en cuenta la cultura y el conocimiento ya construido para poder asumir una posición transformadora y generadora de alternativas. El docente es un facilitador productor de información que involucra a los estudiantes para lograr su transformación, a través de un acto evaluativo continuo.

REFLEXION EVALUACION DEL APRENDIZAJE

REFLEXION EVALUACION DEL APRENDIZAJE.

El proceso de evaluación puede presentar dificultad, pues a partir de éste, comprobamos, si los estudiantes han alcanzado la preparación, para accesar a niveles intelectuales superiores. Como es un tipo de medición se puede convertir en algo difícil de manejar. Entiendo que los estudiantes, en su mayoría, se interesan en pasar, en adquirir una calificación, cumplir con el requisito para poder pasar al siguiente nivel, en ese sentido, en ocasiones, no aprovechan el proceso evaluativo como una oportunidad para aprender, para entender para que les sirven esas competencias o destrezas que están adquiriendo.

Algunos estudiantes pasan por el aula memorizando conceptos y exponiendo esos datos memorísticos, en un examen objetivo y en el mismo pueden alcanzar una alta calificación, pero que no necesariamente indica que tienen el dominio suficiente para pasar a un nivel superior, de aquí que sea sumamente necesario, usar herramientas evaluativas, que nos permitan comprobar si realmente están aprendiendo.

Los estudiantes tienen en su mayoría unas grandes expectativas, con relación a sus calificaciones, consideran que los trabajos que realizan merecen la máxima puntuación, y los docentes en cambio, esperan que los estudiantes dominen los contenidos, sepan aplicarlos, puedan hacer análisis críticos, reflexivos. Esta diferencia de concepción entre estudiantes – docentes puede ser una dificultad en el proceso de evaluación ideal.

Luego de las lecturas considero que puedo enriquecer mis métodos de evaluación y usar un modelo u otro dependiendo de qué pretendo evaluar, de aquí que considere como buena y válida aplicar la reflexión siguiente que sintetiza en parte, las conclusiones de la lectura: La evaluación escolar como mediación: Enfoque socio crítico del autor Pedro Alejandro Suárez Ruiz. “El objeto de la evaluación es la intencionalidad de la acción del estudiante en el proceso de conocer y aprender. La evaluación es comprender, interpretar y transformar, parte de categorías amplias que se estructuran en el desarrollo del proceso de aprender y valorar”.

Entiendo que es muy enriquecedor poder dar respuestas a algunas preguntas inevitables que tendría que hacerse un profesor responsable, que se plantean en el libro: Evaluación pedagógica y cognición del autor: Rafael Flores Ochoa.: “Cómo está estructurada mi enseñanza y con cuál de los modelos me es más afín? Como evalúo y que tan coherente es mi evaluación? Cuál es la perspectiva pedagógica que predomina entre mis colegas? Cuál modelo pedagógico inspira el currículo en cuya implementación trabajo?” entre otras y al leerlas y querer dar respuestas, entiendo que debo estudiar más a fondo los diversos modelos, y en esa profundización tratar de seleccionar uno o varios modelos, pero no para una de mis asignaturas, sino para las diferentes partes del programa de las materias que deba impartir.

Reflexioné sobre la forma en que evalúo, pero no profundicé mucho en este proceso, aunque por lo que he podido estudiar, el sistema de evaluación que uso, en las asignaturas que imparto, por ser de tipología teórico – práctica, puede responder a uno o varios de los modelos estudiados. En esta asignatura tengo interés de descubrir cuál es el mejor sistema para aplicarlo, según el tipo de estudiantes que recibo en clases, el tipo de material que deseo evaluar, el tipo de práctica… en fin, según las múltiples variables, que se deben estudiar y analizar para realizar una evaluación efectiva del proceso E-A.

PRIMERA REFLEXION "CAMBIOS EN MI PRACTICA DOCENTE"

MI PRACTICA DOCENTE A PARTIR DEL DIPLOMADO Y DEL INICIO DE LA MAESTRIA

A continuación escribo una reflexión, donde evidencio los inicios de cambio en mi práctica docente, a partir de los cursos, que he tomado en la Maestría de Tecnología Educativa: “Antes de iniciar los cursos de pedagogía y los de la maestría concebía el aprendizaje de otra forma, desconocía aunque me eran familiar las diferentes teorías de E-A, luego que inicio el diplomado, mis prácticas docentes comienza a pertenecer a una u otra teoría, pero la práctica debía ser perfeccionada con las recomendaciones que estudiamos en los diferentes modelos de E-A. Profundizamos en clases diferentes teorías y analizamos cuales se pueden aplicar dependiendo del contexto, material a enseñar y del tipo de estudiantes que recibo en mis aulas.

Percibo el proceso de E-A más claro, entiendo que el estudiante es el eje del proceso y yo me ubico en la posición de facilitador, pero también sé que tengo que seguir abierto a diferentes concepciones y planteamientos en este proceso. Entiendo que he logrado grandes avances por ejemplo cómo comprender las diferentes etapas del aprendizaje y que posición debo desempeñar para poder optimizar el proceso


En cuanto a la elaboración de los objetivos, siempre ha sido un tema interesante en el profesorado, los objetivos cognitivos los conocía, pero desconocía completamente los objetivos afectivos, aunque al estudiarlos, comprobé, que empíricamente los manejaba. Ahora los concibo como parte sumamente importante de los objetivos del programa, para poder lograr un aprendizaje efectivo, creo que sin los afectivos no se pueden lograr los cognitivos. En los programas de las asignaturas que imparto no se plantean éstos, por lo que hice un cambio en mis programas y reelaboré los mismos.

Desconocía el proceso de creación de guías de aprendizaje, detalladas, y tampoco estaba familiarizada con los procesos para lograr y evaluar el progreso cognitivo de los estudiantes en la materia. Considero que las guías de aprendizaje son muy importantes, y más aun, que puedo realizar mis propias guías, y no estar tan atada a los programas de las asignaturas, que nos entregan los departamentos, puedo enriquecerlos. Creo que mi gran avance radica en adoptar estas guías de aprendizaje e incorporarlas a mis planes de clases. Si entregamos las guías a nuestros estudiantes, ellos sabrán cuál es la meta de la asignatura, para que les sirve, los objetivos, la planificación de cada día, las fechas de entregas, la evaluación, en fin orientamos adecuadamente a nuestros jóvenes.

Reflexioné sobre la forma en que evalúo, pero no profundicé mucho en este proceso, aunque por lo que he podido estudiar, el sistema de evaluación que uso, en las asignaturas que imparto, por ser de tipología teórico – práctica, puede responder a uno o varios de los modelos estudiados anteriormente. En esta asignatura tengo interés de descubrir cuál es el mejor sistema para aplicar, según el tipo de estudiantes que recibo en clases, el tipo de material que deseo evaluar, el tipo de práctica… en fin las múltiples variables, que se deben estudiar y analizar para realizar una evaluación efectiva del proceso E-A.

Arq. Pura Miguelina García

Conclusiones sobre Creencias de la Evaluacion del proceso E-A

A partir de lo expuesto por mis compañeros, pienso que, aunque sus creencias de la evaluación se asemejan a las creencias que tengo y he aplicado en mi practica docente, sobre:¿Que evaluo, como, cuando ,para que , porque?no significa que lo estamos haciendo bien; me da la oportunidad de reflexionar sobre mi propia practica, y saber que debo realizar cambios para mejorar, y asi, enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje.