lunes, 15 de noviembre de 2010

LOS OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS DESDE EL DOMINIO COGNOSCITIVO

LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS DESDE EL DOMINIO AFECTIVO

COMPLEMENTO AL MATERIAL SOBRE: LOS OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS DESDE EL DOMINIO COGNOSCITIVO

Material Profesora Marta Vicente

Extraído de:

Krathwohl, D., Bloom, B. & Masia, B. (1956). Manual II. Dominio afectivo. En: Bloom, B. et al. Taxonomía de los objetivos de la educación: La clasificación de las metas educacionales. (pp. 169-352). Buenos Aires: El Ateneo Editorial.

La Taxonomía del dominio afectivo

La taxonomía del dominio afectivo comprende objetivos que destacan un tono emocional, un sentimiento, un grado de aceptación o rechazo. Los objetivos de este dominio se disponen en un continuo que va desde la simple atención ante fenómenos seleccionados hasta cualidades de carácter y conciencia, complejas pero internamente coherentes. No es justo decir que la evaluación del alcance de los objetivos afectivos se halla por completo ausente de las tareas normales de escuelas y docentes.

Sin lugar a dudas, casi cualquier maestro está alerta ante las pruebas de un desarrollo positivo de los intereses, actitudes y carácter de sus alumnos. Sin embargo, la mayor parte del tiempo sólo se trata de tomar nota de las características poco comunes, o de los desarrollos espectaculares, que no podrían escapar a la atención del profesor. Lo que falta es un esfuerzo sistemático para reunir las evidencias del crecimiento normal en el campo afectivo, comparable a los esfuerzos sistemáticos aplicados a la evaluación de los logros cognoscitivos.

El análisis de las categorías y subcategorías del dominio afectivo demuestra que cada uno de ellas abarca una gama de significados para los cuales el concepto de internalización puede servir para describir los procesos que se dan. A medida que la internalización progresa, el estudiante llega a prestar atención a los fenómenos, responde a sus estímulos, los valoriza y los conceptualiza. Organiza sus valores en un complejo que llega eventualmente a caracterizar su modo de vida. Las etapas del dominio afectivo coincidirían con un punto de vista fundamentado teóricamente con el desarrollo de la conciencia y el superyó.

Reconocemos que el comportamiento humano no puede dividirse en términos de conocimientos y afectos. Sin embargo, carecemos de los instrumentos apropiados para estudiar simultáneamente los aspectos cognoscitivos y afectivos de la educación. El dominio afectivo es como “una caja de Pandora”, es decir, como si llegáramos al nivel inconsciente y empezáramos a examinar su contenido. Si oscurecemos los objetivos del dominio afectivo y los enterramos, ¿Cómo podremos determinar sus significados y emprender una tarea constructiva con ellos? Debemos abrir nuestra “caja” si deseamos realmente encarar la realidad y producir algo concreto. Mantener la caja cerrada es negar la existencia de las poderosas fuerzas motivadoras que dan forma a nuestras vidas. La educación no es el aprendizaje mecánico de materiales carentes de significado que deben devolverse después en la mesa de exámenes. Acaso las dos estructuras taxonómicas, cognoscitiva y afectiva, nos ayuden a tomar conciencia de las tremendas posibilidades de la relación tripartita entre los estudiantes, los maestros y las ideas.

1 comentario:

  1. Cierto que con los años la educación ha cambiado mucho en el sentido de el enfoque del aprendizaje. Ya las lineas de enseñanza hablan de que el profesor debe llevar no mas de un 50% a la clase, permitiéndole a sus alumnos llevar como mínimo un 50% propio. Ya no mas de "el profesor es el único que sabe"

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